Retomando la veta " gastronómica" de este espacio, hoy me dedicaré a hablar de las frituras. Pero no será una alabanza como alguna vez lo hice con unos preteritos arrollados de primavera, no. Mas bien, les comentaré lo perjudicial que pueden ser alimentos con tanto aceite caliente.
Bien conocerán la gama de teorias que existen al respecto sobre lo dañinas que pueden llagar a resultar pequeñas - sino muchas- concentraciones de grasas saturadas, sobretodo en porciones de masas dispuestas en carritos en alguna esquina del suburbio santiguino. A qué voy con todo esto: las sopaipillas son la weá mas malas y asesinas de la vida.
Ok, por 100 pesos puedo matar facilmente el apetito, pero por el mismo precio puedo matar mi higado y un sin fin de organos que ahora no me acuerdo, básicamente : el sistema digestivo.
No, no estoy exagerando. Asi que por muy muertos de hambre o por muy tentador que sea el " aroma " en las calles con este frío, no lo piense dos veces, pienselo diez incluso cien si es necesario.
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